Fumar tabaco causa numerosas enfermedades graves y aumenta el riesgo de muerte prematura. Las estrategias de control del tabaco en la mayoría de los países se centran en medidas sobre la oferta y la demanda, que pretenden evitar la iniciación, reducir el consumo y fomentar el abandono del tabaco. Estas medidas han dado como resultado una disminución de la incidencia de fumar en las últimas tres décadas, pero es poco probable que logren eliminar completamente el hábito de fumar. De hecho, si examinamos las tendencias de la población, se estima que habrá aproximadamente entre 1.000 y 1.100 millones de fumadores en 2025 (1.000 y 1.100 millones de fumadores en 2025), más o menos la misma cifra que en la actualidad.
1.000 y 1.100 millones de fumadores en 2025
Bilano, V., et al. 'Global trends and projections for tobacco use, 1990-2025: an analysis of smoking indicators from the WHO Comprehensive Information Systems for Tobacco Control.' The Lancet 385(9972): 966-976.
La ciencia y la tecnología pueden y deben intervenir para buscar soluciones a este problema. El origen del problema es bien conocido: décadas de investigación científica han demostrado que la causa principal de enfermedad relacionada con el hábito de fumar son los componentes nocivos o potencialmente nocivos (HPHC, por sus siglas en inglés) que se generan durante la combustión del tabaco. Es la combustión la que produce la mayoría de sustancias químicas nocivas y sus elevados niveles detectados en el humo del cigarrillo.. Por ello, estamos desarrollando una serie de productos de riesgo reducido* (PRR) para fumadores adultos. Nos referimos a los productos de riesgo reducido como productos libres de humo. Pasar a consumir estos productos de forma exclusiva tiene el potencial de ser mucho menos nocivo que seguir fumando.
Es la combustión la que produce la mayoría de sustancias químicas nocivas y sus elevados niveles detectados en el humo del cigarrillo.
Una alternativa para los fumadores que, de lo contrario, seguirían fumando
La única forma de evitar por completo el riesgo de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar es no empezar a fumar. Para los fumadores actuales, la mejor opción es dejarlo. Sin embargo, para aquellos fumadores que tienen la intención de seguir fumando, nuestro objetivo es ofrecer alternativas libres de humo que puedan reducir el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, en comparación con seguir fumando. Diseñamos estos productos de forma que resulten lo suficientemente atractivos para que los fumadores adultos actuales se pasen a ellos por completo.
Ofrecer alternativas libres de humo a los fumadores adultos es un complemento razonable a las estrategias de control del tabaco existentes. En vista del número de fumadores que seguirán fumando cigarrillos, tiene sentido ofrecerles alternativas de menor riesgo si la tecnología lo permite y si estos productos se pueden poner a disposición de los consumidores. Unas políticas y una regulación efectivas deberían permitir a los fumadores acceder a productos de riesgo reducido científicamente demostrados. También deberían permitir a los fumadores tomar decisiones informadas basadas en datos precisos sobre estos productos. Al mismo tiempo, creemos que la protección de los sectores vulnerables de la población, como los jóvenes, puede estar garantizada si todas las partes implicadas colaboran.
This is why we are developing a portfolio of smoke-free products for adult smokers. Switching completely to these products has the potential to be much less harmful than continued smoking.